”GETSEMANI”. ..CASAVI..!
¡Jesús,…
grande es tu amor!,
Por
tu grandeza has permitido,
Experimentar
tentación, miedo y dolor,
Tu
sangre fluye, en tu sudor,
Terrible
viene, ya tu pasión,
Profunda,
hiriendo tu corazón.
Te
encuentras en tal estado de amargura,
Que
sientes necesidad de compañía,
Pero
solo tú estás,… ¡todos se han ido!,
Pronto
se olvidan, grande es su olvido.
¡Tú
me llamas, señor a estar contigo!
Y
me niego mi Dios por mi pecado,
Que
me lleva de nuevo a estar dormido.
Pero
tú insistes, y me has ganado,
Que
siga orando, y en ti he confiado,
Para
mandar lejos la tentación,
La
fuerza llega, con tu perdón.
Cambiando
todo ya mi pasado,
Son
tus valores de tu misión.
Es
luego entonces que al huerto, entro,
Oscuridad,..Intenso
frio,..y gran lamento.
Anuncian
penas, llantos y muerte.
Quiero
entenderte, quiero abrazarte,
Correr
contigo, la misma suerte,
Pero
el temor me abraza, el miedo me toma,
Y
pronto tiemblo, te busco, te llamo,
Quiero
decirte: ¡Jesús te amo!
Tierno,
dulce, reflejo de las estrellas.
El
cielo mismo está llorando,
Uniendo
el llanto al de su amado.
Todo
es silencio, triste y profundo,
Tiemblo
mi Dios, por mi pecado,
Ingrato
he sido, ingrato soy.
¿Donde
te encuentras, donde te has ido?
Quiero
Jesús estar contigo,
Reconozco
tu dolor, de tanto olvido.
Puedo
escuchar, triste respiro,
Es
de Jesús, que se ha perdido;
Toda
su gran belleza, ha escondido,
Tanto
dolor, tanta agonía, ya se han metido
Y
en silencio Jesús, tú te ofreces Señor,
Ofrenda
de amor, ¡oh mi Amor mío!
Sacudiendo
tu vos, pronto nos llamas:
“Hijo
¿estas aquí?, te estaba esperando a ti.
Esta
es la tristeza que me lastima,
Oprime
mi vida, me da agonía.
De
estar siempre solo, en abandono,
Quiero
que bebas junto conmigo,
El
cáliz de las amarguras,
Que
todos hacen presente,
En
este mundo de ignominia y displicente,
Todos
se han olvidado de mi amor,
Y
es por eso, que yo reclamo todo tu valor,
Que
tomes conmigo, al menos una gota,
De
mi cáliz de abandono, y me asegures pronto
Que
ya no dejaras, mi vida rota”.
Te
prometo Jesús, que estoy contigo,
Tómame
pues, dame tu abrigo,
Dame
tus fuerzas, dame tu alivio.
Quiero
ser tuyo, y ser testigo,
De
tu reino Señor,
Que
has prometido.
¡Amen…!
FRANCISCO
CASAVI.
Derechos
reservados.
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